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SERVICIO PERSONALIZADO, defensa directa y 25 años de experiencia; esa es la base de lo que Ranka aporta a todos los viajes inmobiliarios de sus clientes. De acuerdo con su promesa de brindar una atención personalizada a cada comprador y vendedor al que representa, Ranka no trabaja en equipo. Operar de forma independiente significa que Ranka puede ser totalmente directa con lo que más le gusta de su trabajo: establecer relaciones y ayudar a sus vecinos. No importa en qué etapa del proceso se encuentre, cuando un cliente necesita algo, Ranka responde a la llamada y se encarga de ello ella misma. Le encanta enfrentar y resolver los desafíos del día a día que son inherentes a su línea de trabajo. «Era sobresaliente», dice Alex, una antigua clienta. «Ranka es una verdadera defensora. Nos asesoró en todos los aspectos de cada transacción, desde la inspección de la vivienda y el certificado de ocupación hasta la hipoteca y el cierre. Estuvo presente en todas las presentaciones y nos mostró su opinión sobre cada posible comprador. A la hora de comprar nuestra nueva casa, Ranka conocía muy bien el mercado y nos hizo observaciones sinceras sobre todas las casas que vimos. Sin duda, el mejor agente inmobiliario con el que hemos trabajado». Más allá de su ética laboral, su enfoque personal y su amplia base de conocimientos, Ranka afirma que confía en su intuición y en sus habilidades interpersonales expertas para presentar las mejores opciones a los compradores y resaltar los aspectos intangibles de las viviendas de los vendedores. «Cada casa tiene una historia», afirma, «y las personas son únicas. Hay que mirar más allá de lo que una propiedad tiene en papel y ver lo que tiene para ofrecer a las personas reales que viven allí. Considero que eso forma parte de «conocer el mercado». No se trata solo de recordar hechos y cifras y de detectar tendencias». El año pasado, las ventas individuales de Ranka superaron los veinte millones de dólares.