334 Santana Row, San Jose, CA 95128

Mike Ramos, socio fundador de Momentum Realty, tiene 16 años de experiencia en la industria inmobiliaria y ha representado a cientos de clientes en una amplia gama de transacciones inmobiliarias. Mike es originario del Área de la Bahía y tiene fuertes vínculos con la comunidad a través de su trabajo con organizaciones locales sin fines de lucro que atienden a minorías, refugiados, víctimas de trata y personas desfavorecidas. Le gusta ayudar a las familias a obtener riqueza a través de la propiedad de una vivienda. Su verdadera pasión es poder llevar a un cliente que está comprando su primera vivienda a alcanzar la libertad financiera con una cartera de inversiones. Aprovechando su título en Administración de Empresas y más de 1000 horas de educación continua, Mike reunió un talentoso equipo de agentes inmobiliarios y un personal de apoyo excepcional. Desde su creación en 2016, Momentum Realty ha ayudado a más de 800 familias con sus necesidades inmobiliarias, lo que les ha permitido clasificarse entre los 100 mejores equipos del país durante los últimos 7 años consecutivos. Con la expansión de su negocio en 3 estados, Mike disfruta de un estilo de vida bicostero con frecuentes viajes por todo el país con su familia. Un verdadero aficionado a la comida, le encanta probar nuevos restaurantes y cocinas y siempre tiene una recomendación para quienes lo solicitan. En las raras ocasiones en las que Mike se relaja, es probable que sea en un barco en Miami, junto a la piscina de su casa en Hawái o reuniéndose con amigos para tomar algo en Santana Row. El conocimiento y la reputación de un agente inmobiliario veterano son factores diferenciadores clave a la hora de comprar o vender bienes inmuebles. El historial de éxitos de Mike es un testimonio de su integridad sin concesiones, sus negociaciones expertas y su capacidad para mantener las transacciones en buen camino. Ya sea que esté buscando comprar su primera vivienda o vender su décima vivienda, el compromiso de Mike con sus clientes nunca cambia.